Influencia sport, efecto DIY, focos de mucho color y deportivas Converse. Estos son los grandes componentes que se pueden extraer de la última campaña de Bershka y que marcan la estética de la temporada festivalera. Un conjunto de combinaciones insólitas que tienen como leitmotiv los contrastes. Y es que en el mundo de la moda, al igual que en la música, las fronteras han acabado por difuminarse y entrelazarse para conseguir estilos únicos. Con estos esenciales para rutas festivaleras, Bershka vuelve a demostrar, otro año más, su relación incondicional con la música y las últimas tendencias.
Para ella:
Los looks de chica se basan en la convivencia de tendencias completamente opuestas. La primera regla consiste en mezclar el estilo deportivo con el estilo clásico del tailoring.
Los volúmenes se mezclan con siluetas muy ajustadas rescatadas del terreno sport. El crop top reaparece en formato (muy) mini con cintas entrelazadas en la espalda, en la cintura o con choker incorporada. Las cropped sweatshirts nos recuerdan que las sudaderas llegaron para quedarse, al menos, durante los festivales de inicio de temporada.
Los volantes permanecen en escotes y mangas y los hombros al aire siguen estando en la cima de lo cool. Las aberturas laterales proporcionan revolucionarias formas a prendas como el ya exitoso jean culotte, que arrebata definitivamente el protagonismo al veterano pitillo. Los pantalones con cintura paper bag son también otro de los sustitutos del corte slim.
La tendencia romántica es muy importante para conseguir el aclamado look boho festivalero. Dentro de esta inspiración, aparece el estampado de flores sobre fondo negro y detalles realizados en bordado suizo. El vestido extra largo es una de las siluetas románticas más relevantes y una de las piezas estrella de la temporada. Cerca de este romanticismo se posicionan las prendas utility, que se presentan con formas depuradas y relajadas e incorporan detalles chic en forma de perlas.
Predominan ciertos toques de neón, azul eléctrico y fucsia en accesorios y prendas realizadas principalmente en tejidos técnicos, esenciales para conseguir looks deportivos y el efecto "net".
Y si hay una tendencia muy destacable, y (prácticamente) solo permitida durante este tipo de acontecimientos, es la incorporación del swimwear en el mundo street. Trikinis, bikinis y bañadores de inspiración noventera se mezclan con prendas sport y denim y dan el salto a la calle.
Para él:
El inicio de la temporada de festivales musicales coincide con una colección de chico llena de contrastes. La gran variedad cromática, la estética del punk rock de los 90 y el estilo retro mezclado con el mundo sport convergen esta primavera para ofrecer looks festivaleros cómodos pero, sobre todo, muy rompedores.
Inspirándose en el punk noventero, aparecen prendas muy atrevidas a través de lavados tíe dye en su versión más extrema y estampados graffiti y sketch. Esta estética positivamente irreverente se acentúa con efectos DIY como, por ejemplo, salpicados, rasgados, rotos y cortes a sangre principalmente en prendas dením, esenciales esta temporada.
La inspiración romántica dentro de la colección de chico es sumamente importante para conseguir el efecto retro-sport que se respira en gran parte de la colección.
Esta inspiración se materializa a través de bordados y estampados florales posicionados y all over. Dentro de esta línea floral se encuentran varios de los key items principales de esta temporada: la cazadora tejana con bordados, las camisas estampadas y la bomber satinada con detalles retro.
De esta inspiración surge una de las siluetas retro más interesantes: la combinación entre camisas floreadas, prendas denim y calcetines coloridos con rayas deportivas.