Jaime Garrastazu, Nacho y Jorge Vidri pusieron en marcha Pompeii con una inversión inicial de 18.000 euros y cerraron su primer ejercicio fiscal completo, en 2015, con una cifra de negocio de 550.000 euros. La primera producción que lanzaron al mercado fue de 349 zapatillas, el stock mínimo que podían producir con el dinero que juntaron para crear la marca.
Las ventas del grupo no han dejado de aumentar desde su nacimiento en 2014, llegando a los 2 millones de facturación en 2016, aumentando hasta los 3 millones en el 2017 y cerrando el último año, 2018, en 4 millones de facturación. El 2019 se presenta ambicioso, esperando alcanzar los 5,5 millones de euros entre sus canales online y retail.