Con un contraste entre negro y rojo de rabiosa actualidad, la serpiente y la manzana, plasmadas en colgantes, esclavas, pendientes o anillos, causan furor.
El chapado de radiante oro amarillo de 18 quilates envuelve otras propuestas de unos aires sofisticadísimos.
Plasmada en forma de anillo, la serpiente se enrosca dos veces alrededor del dedo con una elegancia que atrae todas las miradas.
Por otra parte, con la viveza de su color verde, las malaquitas de gran calidad seleccionadas a mano nos traen verdaderas piezas únicas que derrochan carisma.